Cáncer de vejiga: pruebas después del diagnóstico
¿Qué pruebas podría necesitar después del diagnóstico?
Después del diagnóstico de cáncer de vejiga, probablemente deba hacerse más pruebas.
Estas permiten a los proveedores de atención médica obtener más información sobre
el cáncer. También ayudan a determinar si el cáncer ha crecido en las zonas cercanas
o si se ha propagado a otras partes del cuerpo. Los resultados permiten a los proveedores
de atención médica decidir junto a usted cuáles son las mejores maneras de tratar
el cáncer. Hable con el equipo de atención médica si tiene alguna pregunta sobre estas
u otras pruebas.
Las siguientes son algunas de las pruebas que se usan después de un diagnóstico:
Pruebas de diagnóstico por imágenes
Pielografía intravenosa (PIV)
Para esta prueba, le inyectarán un medio de contraste en la sangre a través de una
vía intravenosa en una vena del brazo o de la mano. A medida que el medio de contraste
avanza por la sangre, se ve el contorno de los riñones, los uréteres y la vejiga,
y se toman varias radiografías. Antes de esta prueba, dígale al proveedor si tiene
algún tipo de alergia o si tuvo alguna reacción alérgica al medio de contraste anteriormente.
La PIV se usa para detectar tumores, otro tipo de alteraciones u obstrucciones. Se
puede ver la circulación de la sangre a través de los riñones. También puede ser útil
para detectar la propagación (metástasis) del cáncer de vejiga a otras partes de las
vías urinarias.
Ecografía
En esta prueba, se usan ondas de ultrasonido para crear imágenes del interior del
cuerpo. Un técnico colocará un gel tibio sobre el abdomen. Luego, se pasa una sonda
pequeña manual (llamada transductor) sobre la piel. El transductor emana ondas sonoras
y registra los ecos a medida que las ondas rebotan en los tejidos. Esto permite al
técnico observar y tomar imágenes de la vejiga y los órganos cercanos. También se
puede controlar la circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos.
Las ecografías se usan para detectar si el cáncer se ha esparcido de la vejiga a otros
tejidos cercanos. También puede usarse para revisar los riñones. Es fácil de realizar,
no duele y no se usa radiación.
Tomografía computarizada
En una tomografía computarizada, se utilizan rayos X para tomar imágenes del interior
del cuerpo desde muchos ángulos. Permite obtener imágenes detalladas de cualquier
parte del cuerpo. Por ejemplo, huesos, músculos, tejido adiposo, vasos sanguíneos,
ganglios linfáticos y órganos. Estas exploraciones son más detalladas que las que
se obtienen en las radiografías tradicionales.
Las tomografías computarizadas se pueden usar para detectar el tamaño del tumor, su
ubicación exacta y si se ha propagado a tejidos o ganglios linfáticos cercanos.
Para esta prueba, se acostará quieto en una camilla mientras esta se desliza lentamente
por el centro del tomógrafo en forma de aro. El tomógrafo enviará rayos X al cuerpo.
Luego, una computadora usará los rayos X para crear imágenes del interior del cuerpo.
Estas radiografías se juntan para crear una imagen tridimensional. Durante la exploración,
pueden pedirle que contenga la respiración una o más veces. Pueden pedirle que beba
un medio de contraste luego de tomar la primera tanda de imágenes. Este medio de contraste
generará imágenes más detalladas. Lo expulsará en un día aproximadamente a través
de las heces. Si el medio de contraste se introduce en la sangre por vía intravenosa
en el brazo, puede causar una sensación de calor en el cuerpo por algunos minutos.
En pocas ocasiones, puede causar urticaria u otras reacciones alérgicas. Avísele al
técnico si no se siente bien durante la prueba.
Resonancia magnética
En las imágenes por resonancia magnética, se usan unos imanes grandes, ondas de radio
y una computadora para obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo. Se parece
mucho a la tomografía computarizada, pero no se usan rayos X. La resonancia magnética
puede usarse para detectar la propagación del cáncer fuera de la vejiga. En lugar
de un PIV, puede usarse un tipo de resonancia magnética llamada urografía por resonancia
magnética para detectar cáncer en otras partes de las vías urinarias.
Para esta prueba, se acostará en una camilla estrecha a medida que pasa por un escáner
largo en forma de tubo. El escáner dirige las ondas de radio a la parte del cuerpo
que debe explorarse. En una computadora, se usan estas ondas de radio para crear una
imagen tridimensional del interior del cuerpo. Quizás necesite más de una tanda de
imágenes. Cada tanda puede llevar entre 2 y 15 minutos, por lo que toda la exploración
puede llevarle una hora o más. Es posible que le inyecten un medio de contraste a
través de una vena del brazo o de la mano antes de la exploración. Esto genera imágenes
aún más detalladas del interior del cuerpo. Pueden darle tapones para los oídos porque
se oirá un golpeteo fuerte y zumbidos durante la prueba. Si es claustrofóbico (se
siente incómodo en lugares pequeños), puede necesitar que le administren un sedante
antes de hacerse la prueba. Con excepción de la inyección del medio de contraste,
el resto de la prueba no duele.
Gammagrafía ósea
Se puede hacer una gammagrafía ósea si el proveedor de atención médica sospecha que
el cáncer se ha diseminado a los huesos, basado en los síntomas y los resultados de
otras pruebas. Para esta prueba, se coloca una sustancia levemente radioactiva en
la sangre a través de una vena del brazo o de la mano. Esta viaja por la sangre y
se acumula en las partes del hueso que están dañadas. Luego, se usa una máquina para
escanear todo el cuerpo. Las zonas radioactivas se ven en los escaneos.
Con excepción de la inyección, la gammagrafía ósea no duele. La sustancia radioactiva
se expulsará del cuerpo a través de la orina unos días después de la prueba.
Radiografía de tórax
Esta radiografía puede hacerse para detectar si hay cambios en los pulmones. Mediante
esta, puede verse si el cáncer de vejiga se ha propagado a los pulmones o el tórax.
En una radiografía, se usa una cantidad pequeña de radiación para capturar imágenes
de los órganos y los huesos en el interior del cuerpo. También se puede ver si hay
ganglios linfáticos del pecho agrandados.
Para esta prueba, debe pararse delante de un área rectangular que contiene una placa
radiográfica. Podrían pedirle que coloque los brazos al costado o por arriba de la
cabeza. Respirará hondo y mantendrá el aire durante unos segundos. Se hará una radiografía
del frente y del costado. Este examen toma uno pocos minutos y no duele.
Colabore con su proveedor de atención médica
Hable con el proveedor de atención médica acerca de las pruebas que deberá hacerse.
Prepárese para las pruebas siguiendo las instrucciones que recibió. Asegúrese de saber
en qué consiste cada prueba y por qué se hace. Hable sobre cualquier preocupación
o pregunta que tenga. Pregúntele también cuándo le darán los resultados y cómo los
recibirá.